Hablemos sobre Identidad de Género

Las personas somos diversas por naturaleza, variadas en gustos, formas de hablar, expresar, sentir y vivir nuestra sexualidad. Por supuesto, nuestras identidades no pueden caber en un molde de dos únicos colores: rosa y azul.

Los Principios de Yogyakarta definen la identidad de género como la vivencia interna e individual del género, tal como cada persona la siente profundamente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento de nacer, es como me asumo, me construyo mentalmente. La identidad de género no la determinan las transformaciones corporales, las intervenciones quirúrgicas o los tratamientos médicos; sin embargo, éstas pueden ser necesarias para algunas personas en la construcción de su identidad.

Vamos a repasar un breve glosario para comprender un poco más a fondo como se construye la identidad:

Heteronormatividad: expectativa, creencia o estereotipo que impone que las personas deben ser heterosexuales, o que esta condición es la única natural, “normal” o aceptable. La sociedad mete a las infancias en un closet del que les cuesta mucho cuestionar su salida. Desde que nacemos nos atacan con preguntas para hacernos encajar en el molde: si eres niña ¿tienes novio? Si eres niño ¿tienes novia? Los juguetes, juegos y profesiones van empujándonos a “elegir” lo que se considera femenino para las niñas y masculino para los niños, sin importar las capacidades o gustos personales.

Binarismo de género: es la imposición de dos únicas opciones: el binomio Hombre y Mujer. Concepción, practicas y sistema de organización social que parte de la idea de que solamente existen dos géneros en las sociedades: femenino y masculino, asignados al nacer como hombres (biológicamente machos de la especie humana) y como mujeres (biológicamente hembras de la especie humana)

Cisgénero: Son personas cuya identidad de género coincide con su fenotipo sexual de

nacimiento (mujer-vulva; hombre-pene) y que “cumple” la expectativa social al “alinearse con el sexo asignado al nacer”

Trans: Se refiere al término paraguas utilizado para describir las diferentes variantes de la identidad de género, cuyo denominador común es que el sexo asignado al nacer no concuerda con la identidad de género de la persona. Personas que desde la niñez sienten discordancia entre su sexo de asignación y su género, engloba a todas las identidades de género que difieren de las tradicionales etiquetas (Hombre Trans, Mujer trans, persona trans…) Las personas trans construyen su identidad de género independientemente de intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos.

Transgénero: Persona cuyo género no coincide con el que le fue socialmente asignado al nacer. Personas que se sienten y se conciben a sí mismas como pertenecientes a un género diferente al que social y culturalmente se asigna a su sexo biológico.

Transexual: Vocablo médico utilizado para referirse a las personas que optan por una intervención médica-hormonal, quirúrgica o ambas, para adecuar su apariencia física-biológica (cuerpo) a su realidad psíquica (mente), espiritual y social. Haciendo la transición con cirugías de reasignación de género (feminización y/o vaginoplastía-masculinización y/o faloplastia), fundamentales para su bienestar. Como dato, en Canadá, estas cirugías son gratuitas y otorgadas por el Estado, ya que se consideran parte de la salud integral. La OMS ha despatologizado esta condición.

No binario: Espectro de identidades y expresiones de género basadas en el rechazo a la asunción binaria de género como una opción excluyente de manera estricta entre macho/hombre/masculino o hembra/mujer/femenino, con base en el sexo asignado al nacer.

Agénero: Describe a una persona que no se identifica como hombre o mujer o que se considera carente de una identidad de género, ya sea porque no comprende ¿Qué es ser hombre? y ¿Qué es ser mujer? O porque rechaza el binomio impuesto.

Bigénero: no se identifica con ningún género por completo y asume lo que le gusta y le hace eco en su particularidad personal. Género fluido: Se refiere a una persona cuya identidad o expresión de género fluctúa entre lo masculino y femenino, o cae en algún punto dentro de este espectro.

Queer: Término paraguas bajo el que se engloban todas las personas que no son heterosexuales y que no se identifican con la tradicional división de género binaria. Aquellas que además de no identificarse y rechazar el género socialmente asignado a su sexo, tampoco se identifican con el otro género o con alguno en particular. Se mueven entre un género y otro alternativamente, formulando nuevas alternativas de identidades y expresiones.

También existen las identidades culturales que dependen del contexto donde crecieron con un conjunto de valores, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento dentro de un grupo social.

Muxe: En la región de Istmo de Tehuantepec, Juchitaln, en el estado de Oaxaca, en el sur de México, hay tres géneros: hombres, mujeres y muxes. Esta tercera clasificación ha sido reconocida y celebrada desde la época prehispánica. Muxe es un término zapoteca que hace referencia al género que define a un hombre que asume roles femeninos en cualquiera de los ámbitos social, sexual y/o personal.

Dos espíritus: En la cultura amerindia es común encontrar a personas definidas como “Dos Espíritus”. En 1990 durante una conferencia de pueblos nativos en Winnipeg (Canadá) se optó por utilizar el apelativo Dos Espíritus, individuos que independientemente de si son hombre o mujer cuentan con personalidades y características que toman por igual elementos de ambos sexos. Se conocen ejemplos del mismo tipo de individuos y personalidades desde las tribus de Canadá hasta las que poblaban la actual frontera entre México y Estados Unidos.

Como vemos, la identidad se elige desde la vivencia, desde el cuestionarnos nuestro entorno y el lugar que queremos ocupar. Sin importar quien quieras o sientas ser, es necesario que sepas que no estas solx, en JAPI luchamos por que todas las personas elijan el bienestar, el placer de ser quien quieran ser y vivirse en plenitud. Hoy abrazamos tu identidad, porque te hace ser quien eres, así con toda tu locura y alegría, tus claros oscuros, tus luchas personales, tus miles de colores y contradicciones. Recuerda, en lo único que somos iguales, es en el ejercicio de nuestros derechos. Viva la diversidad y viva el respeto.

Desde el amor, Alexa