Inteligencia Sexual
La inteligencia sexual se puede definir como la capacidad que tiene una persona de gestionar su sexualidad y satisfacer a sus parejas sexuales. Una persona sexualmente inteligente es esa persona capaz de disfrutar plenamente su erotismo y conseguir que sus parejas sexuales también lo hagan, es quien toma la decisión de dejar el egoísmo y crear vínculos satisfactorios para ambos.
La inteligencia sexual se podría llamar también salud emocional sexual. Y es que abarca precisamente cuán satisfecha/o estás con tu vida sexual y hasta qué punto la abrazas con naturalidad.
Cabe aclarar que no nacemos con esta inteligencia, la desarrollamos desde la conciencia sexual de nuestro cuerpo y sus sensaciones, no es un don, se trabaja con los años y con nuestras experiencias.
Ya sea de manera consciente o inconsciente, buena parte de nuestra vida gira en torno a la sexualidad y a la estabilidad emocional. Sin embargo, hay una gran cantidad de casos en los que la sexualidad se traduce en frustración e insatisfacción a causa de la ignorancia y las culpas entorno al placer que nos han inculcado desde la infancia.
Por lo tanto, la inteligencia sexual está directamente relacionada con la intuición sexual, es decir, con la capacidad personal de vivir mi erotismo y de percibir lo que la otra persona necesita, desea y siente en cada momento.
La ausencia de inteligencia sexual, obedece principalmente a la ignorancia y los prejuicios, asociados con mitos populares, creencias religiosas o impuestos moralistas sobre el ¿Cómo debo de actuar conforme a mi sexualidad? Por lo tanto, para combatir las auto-limitaciones sexuales, es necesario informarnos adecuadamente y de manera científica.
Así que, ¿cómo puedes ser más inteligente con tu sexualidad?
-Auto-conocimiento sexual:
Radica en saber cuáles son mis puntos de placer y aprender a comunicarlos de manera asertiva consiguiendo que la vida sexual sea placentera para ambos.
Muchas personas no conocen realmente su cuerpo ni sus sensaciones y pretenden que la pareja adivine. Puede que no tengan idea de cómo reaccionan frente a determinados estímulos, experimentando bloqueos a causa del pudor y la vergüenza para explorarse a sí mismas. El reconocer los deseos, fantasías y sensaciones, nos hace construir una vivencia erótica más placentera.
-Auto-motivación:
Es importante tener claro que la inteligencia sexual no depende de la suerte, ni del físico, ni del encanto o grado de atractivo sexual, sino de la seguridad y la sexo-estima, que dependen de nuestro auto-concepto y de nuestra vivencia personal del erotismo. El sentirnos atractivas/os nos motiva a compartirnos eróticamente y eso sólo se consigue al aceptarnos y gustarnos. Del ser capaces de mirarnos al espejo y gustarnos así como somos dejando de compararnos con los estereotipos de “belleza” usualmente inalcanzables.
-Auto-control
De mi cuerpo, mis sensaciones y sobre todo, de mi mente. El órgano más importante en la erótica y la inteligencia sexual, es el cerebro. Por este motivo es importante la creatividad, cuestionar los modelos impuestos tradicionales o y desnudar los cuerpos y la mente para disfrutarse mutuamente el uno al otro. Se debe tener claro que las relaciones sexuales no deben traducirse en relaciones de poder sino en la capacidad de compartirse de manera reciproca y así crear vínculos fuertes.
-Empatía
Comenzando por escuchar mi cuerpo y mis necesidades particulares para poder compartirme así en bienestar, y por ende sentir y reconocer las sensaciones de mi pareja… La escucha activa no sólo se refiere a las palabras sino a la capacidad de analizar las reacciones corporales de mi pareja, el cómo gesticula al acariciar y recorrer su cuerpo y de poder crear una comunicación particular con mi pareja. Creando así momentos eróticos plenos y armónicos, donde juntos creen una sinfonía de placer mutuo.
-Capacidad de relacionarme:
También es importante que se incrementen las habilidades para comunicarle a sus parejas quiénes son y qué quieren. La confianza y la buena comunicación son los pilares de la inteligencia sexual. Solo de esta manera se puede llegar a acuerdos comunes y vivencias concertadas de manera recíproca y asertiva identificando sus límites duros (lo que jamás harían) y los blandos (los que están dispuestas/ dispuestos a platicar o probar)
Un elemento esencial para acceder a la inteligencia sexual eficaz involucra la capacidad de compartirse. Hablar de la vida sexual previa sin juicios y ampliar el catálogo erótico. La sinceridad es vital ya que nos hace mostrarnos como realmente somos sexualmente y compartir desde ahí los deseos y así juntos crear una historia en común.
Desde el amor Alexa